Los datos de vivienda que se informaron la semana pasada aún reflejan un entorno anterior al virus. El índice de precios de viviendas de Case-Shiller se considera el estándar de oro para la apreciación de viviendas y presenta varios índices importantes, incluido el índice nacional que cubre las nueve divisiones del censo de EE. UU. y reportó una ganancia anual de 3.9% en enero. Este fue un aumento del 3.7% en diciembre. Mientras tanto, el índice de 20 ciudades aumentó de 2.8% a 3.1% sobre una base anual, con Phoenix (6.9%), Seattle (5.1%) y Tampa (5.1%) liderando las ganancias. Debido al tiempo de espera del informe y el impacto de la pandemia en la economía, esta lectura tiene mucha menos importancia de lo que suele ser.
Las Ventas de Viviendas Pendientes, que mide los contratos firmados en viviendas existentes y es un buen indicador adelantado de las Ventas de Viviendas Existentes, aumentaron un 2.4% en febrero. Esta lectura fue muy superior al -1.6% esperado. Las ventas también aumentaron un 9.4% anual, que es el ritmo más alto en 3 años. Desafortunadamente, es posible que muchos de estos contratos firmados deban cancelarse, pero actualmente no está claro el monto y los detalles.
Sin embargo, el economista jefe de NAR, Lawrence Yun, dijo: “La vivienda, al igual que la mayoría de las otras industrias, sufrió la crisis por el coronavirus, pero una vez que este problema haya quedado atrás y se respete el hábito del distanciamiento social, pienso que habrá más transacciones de vivienda, aunque con más visitas virtuales, firmas electrónicas y tasaciones externas de viviendas”.
